PHANTOM OF THE OPERA MUSICAL
Estoy nerviosa, muy nerviosa, ya quiero que empiece la función. Parezco una chiquita impaciente. Para aguantar la espera, nos vamos al foyer y aprovechamos para tomarnos unos tragos con chips. Saqué las entradas por Internet hace un siglo, así que sé que tenemos una excelente ubicación asegurada.
Empieza a sonar la orquesta y van apareciendo los distintos personajes. ¿Cuándo se mostrará el Fantasma? Súbitamente, Gerónimo Rauch hace su aparición en escena. Su presencia es imponente y eclipsa a todos los demás personajes. Y no es porque sea argentino. Es un capo de acá a Japón. No es solo su voz…..es la expresividad de su cara, su lenguaje corporal, su dicción en inglés impecable. Me pregunto cómo hará para cantar con esa máscara pegada a su cara. Es un genio, logra que todos terminemos amando al villano que compone y deseando que Christine –la chica buena e ingenua- no lo abandone, que se quede con él! No nos importa más si es el Fantasma, ha logrado conquistarnos y entrado en nuestra alma. Al final de la función hay “standing ovation”. Más que merecido!
¿De qué se trata la historia?
En la ópera de París existe una leyenda que habla de un fantasma que aparece en los momentos menos deseados. Unos caballeros se presentan y compran el teatro, sin prestarle atención a las advertencias sobre el fantasma. No creen en ello. Esto dura cortísimo tiempo. En los ensayos el fantasma comienza a aparecer y asustar a toda la compañía del teatro. Tanto, que la cantante principal cae enferma. Debe ser reemplazada y se sugiere que sea la joven Christine. El fantasma la va entrenando para que cada vez cante mejor, la seduce y ella está como hipnotizada con su presencia. El fantasma cubre su cara con una máscara para ocultar cicatrices horribles.
También se presenta Raoul, un viejo amigo de la infancia de Christine, quien al escucharla cantar en la Ópera, se enamora de ella e intenta conquistarla. Se librará así una lucha entre Raoul y el Fantasma por el amor de Christine.
